Mantente en Oración.

Aqui te damos consejos de oración didáctica y escribimos por tus peticiones
para formar una cadena de oración juvenil.

Petición

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Cristo Joven

Te pedimos hagas una oración por el grupo juvenil para que sigamos sirviendo a Dios.

Salud de Ana Maria Carrillo

Pedimos que nuestro Señor Jesucrito tenga misercordia de Ana y le devuelva la salud.

Mamá de Xime Alvarado

Para que se recupere pronto.

Comunidad Católica

Para que haya siempre un católico feliz en cada rincon del mundo y sigamos creciendo omo hermanos, siguiendo los pasos de nuestro señor Jesucristo.

Todos los habitantes de la Tierra

Para que podamos avanzar como sociedad y no retroceder,

Todos los Gobernantes del Mundo

Para que nos lleven por el camino del bien y que Diosito les ilumine cada día.

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El Papa Francico I

Pidamos por las intensiones del santo padre y permanezcamos unidos en oración.

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Asecino de 50 gays

Que Diosito misericordioso se apiade de este hombre y le extienda sus brazos y le de su perdón.

La comunidad gay

Para que se den a respetar y sigan logrando el avance en todo lo que hacen, no importa que sean gays, con que amen a Dios se pueden acercar a la iglesia.

ALERTA AMBER NAUCALPAN

SAN ANTONIO DE PADUA

SAN TOÑITO
SAN TOÑITO

¡Oh glorioso San Antonio!, a quien Dios ha elegido como intercesor nuestro en los apuros y pérdidas de la vida material, y como protector de los pobres ante los ricos: protégenos con tu favor en todas las necesidades y enredos de nuestra vida, danos sincero amor de los pobres, mucha confianza en Dios y alto aprecio de la vida eterna, a la cual se ordena toda la vida temporal.

Especialmente suplicamos tu intercesión en este favor que te pedimos.

Ora por el
Ora por el
Ora por ella
Ora por ella

PEDIMOS POR LOS 49 CAIDOS

EN ORLANDO U.S.A.


¿Cómo rezar?

Te damos consejos para rezar.

Termina con la misma rutina de oración.

1. Antes de iniciar las oraciones, tomar conciencia de lo que voy a hacer y ante quién estoy. Bastan tres segundos.
2. Llevar a la meditación lo que rezo todos los días (por ejemplo las oraciones de la mañana). Cuando se saborea en la meditación cada una de las palabras y de las frases de las oraciones, rumiándolas con calma en la presencia de Dios, se advierte que al volver a pronunciarlas cobran un mayor significado, salen de lo más profundo de la mente y el corazón; al poner más amor en lo que se dice a Jesucristo, las oraciones "dicen más".
3. Cuando me doy cuenta de que he pronunciado una oración sin darle sentido a las palabras, sin centrar la mente en lo que digo y sin hacerlo "con todo el corazón, con toda el alma y con todas mis fuerzas" (cf. Mt 22,37 y Mc 12, 33), aplico un recurso que me ha servido mucho: detenerme y repetir la plegaria utilizando mis propias palabras, con toda espontaneidad.

¿Qué es lo que hace que una oración sea poderosa?


Lo que da valor a una oración es la fe con que se pronuncia. Con palabras o sin palabras, usando fórmulas oficiales de la liturgia y de la piedad cristiana o creando las oraciones personales espontáneamente, lo importante no son las palabras sino el espíritu con que se pronuncian. Allí tenemos el ejemplo de la oración de la cananea, cuando Jesús le dijo: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». Y desde aquel momento quedó curada su hija." (Mt 15, 28)
Una oración vocal debe brotar del corazón y ser pronunciada ante Dios con fe y atención para que pueda llamarse oración y para que sea poderosa. El poder de la oración no está en pronunciar determinadas palabras con los labios, sino en hacerlo con plena conciencia y dirigiéndose con fe a Dios Nuestro Señor.
La fuerza de una oración viene no del exterior (las palabras), sino del interior (del corazón). Lo esencial está en estar y permanecer ante Dios; lo importante es la elevación espiritual del corazón humilde a Dios.
Una sola palabra, un recuerdo de Jesús o una simple mirada llena de fe, con un sincero sentimiento de adoración, vale más que centenares de rosarios pronunciados sin sentido, como si de un loro se tratara (de aquí el sentido de la foto de arriba). San Pablo decía: "Prefiero decir cinco palabras con mi mente que mil en lengua desconocida." (1 Co 14,19)
Por lo demás, no somos nosotros los que "logramos" que una oración sea poderosa, es la gracia de Dios.

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